ALMA encuentra aluminio alrededor de estrella recién nacida
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ALMA encuentra aluminio alrededor de estrella recién nacida

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¿Alguna vez has visto una estrella fugaz? Pareciera que es una estrella cayendo del cielo. En realidad,
se trata de granos de polvo espacial que atraviesan la atmósfera terrestre. Debido a la fricción, las
partículas de polvo se evaporan y las moléculas del aire empiezan a brillar: ese es el rayo de luz que
ves.

Nuestro Sistema Solar contiene un montón de desechos: polvo espacial, piedritas, grandes
meteoritos y enormes rocas espaciales conocidas como asteroides. Son todos desechos que quedan
después de que nacen planetas como la Tierra.

Los meteoritos suelen contener aluminio, un metal brillante usado en la fabricación de aviones y
naves espaciales por ser muy liviano. Al parecer, cuando se formó el Sistema Solar, el aluminio
abundaba.

Por deducción, se cree que el aluminio también abunda en otros sistemas solares jóvenes. Gracias a
ALMA, ahora se encontró aluminio por primera vez en el disco de polvo y gas que rodea una joven
estrella.

Pero no se trata de aluminio puro, sino de óxido de aluminio, una molécula formada por un átomo de
aluminio y un átomo de oxígeno. Estas moléculas producen un tipo de radiación submilimétrica
específico que se puede observar con ALMA.

La radiación solo se genera cuando el óxido de aluminio se encuentra en estado gaseoso, por eso
ALMA solo detectó su señal cerca de la estrella, donde las temperaturas son elevadas.

Sin embargo, en zonas más alejadas de la estrella, las moléculas de gas normalmente se condensan y
forman partículas sólidas. De esa forma, el aluminio se incorpora a los granos de polvo y meteoritos.
Gracias al hallazgo de aluminio alrededor de una estrella recién nacida, los astrónomos esperan
entender mejor los procesos de formación de los meteoritos –y, eventualmente, de los planetas– en
nuestro propio Sistema Solar.

¿Qué se observó?

Se encontraron compuestos de aluminio alrededor de una joven estrella conocida como Kleinmann-Low Fuente 1. Es una estrella de la constelación de Orión que todavía se está formando. Ya tiene 10 veces la masa de nuestro Sol, y sigue absorbiendo material. Fuente 1 se encuentra en la nebulosa de Orión, una enorme incubadora de estrellas ubicada a unos 1.500 años luz de nosotros, donde la acompañan otras estrellas bebé.

¿Quiénes observaron?

Las observaciones de Kleinmann-Low Fuente I fueron realizadas con ALMA por un grupo de
astrónomos japoneses dirigido por Shogo Tachibana, de la Universidad de Tokio. El equipo publicó
sus hallazgos en la revista The Astrophysical Journal Letters el 20 de abril de 2019.


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