¿Cómo funciona ALMA? ¿Cómo se desplazan las antenas? Tiempo de lectura: 3 minutes El ingente conjunto de 66 antenas de ALMA se encuentra en el llano de Chajnantor, en el norte de Chile, a 5000 metros de altura. El lugar es conocido como Sitio de Operaciones del Conjunto (AOS, en su sigla en inglés).Debido a la altura, el aire es muy escaso en el AOS, con lo cual no hay mucho oxígeno para respirar. Por consiguiente, es casi imposible hacer trabajos pesados, tales como montar una gran antena. De ahí que se hayan montado las antenas en el campamento principal de ALMA, a una altura de 2900 metros. El campamento se conoce como Centro de Apoyo a las Operaciones (OSF, en su sigla en inglés). Todas las antenas que allí se montan deben ser transportadas hasta el AOS por un empinado camino de 28 kilómetros que se adentra en la montaña.¿Cómo se hace para transportar una antena de 100 toneladas?¡No es cosa de llegar y ponerla en el maletero de tu auto! Los ingenieros alemanes idearon una solución. Diseñaron y construyeron dos grandes camiones capaces de transportar estas antenas: Otto y Lore. Son dos máquinas mucho más grandes que un camión normal. Cada una pesa 130 toneladas y tiene 28 llantas gigantes. Para ubicar uno de estos camiones con precisión debajo de una antena se necesitan dos conductores. Luego, se levanta lentamente la antena para poder transportarla. Otto y Lore también sirven para desplazar las antenas por todo el AOS. Las 66 antenas pueden ser dispuestas en cualquiera de las 192 fundaciones diferentes repartidas por todo el llano de Chajnantor. Es un trabajo que requiere mucho cuidado: ¡se deben posicionar las antenas con una precisión de menos de un milímetro! A veces se reparten las antenas sobre un área de 16 kilómetros, donde trabajan juntas como si fueran un ojo gigante con una vista muy aguda enfocada en una pequeña porción del cielo. Es como ponerle un teleobjetivo a tu cámara. Otras veces, se ponen las antenas más juntas unas de otras para formar un ojo más pequeño. En ese caso, no se logra una vista tan aguda, pero se logra observar una porción más grande del cielo. Como si le pusieras un gran angular a tu cámara. Así, cuando los astrónomos necesitan estudiar una gran nebulosa Otto y Lore juntan las antenas y cuando quieren ver en detalle una galaxia distante, o cuando desean estudiar la formación de planetas, Otto y Lore desplazan las antenas para separarlas al máximo. De esa forma, los dos camiones transportadores permiten a los astrónomos usar ALMA como si fuera un telescopio. A veces hay que llevar una antena hasta el OSF para realizar mantenimiento o alguna reparación, en cuyo caso también se usa Otto o Lore para recogerla y bajarla lentamente hasta una altura de 2900 metros. Por suerte, ALMA no se queda ciego cuando le falta una antena, sino que puede seguir observando, aunque con un poquito menos de sensibilidad.