ALMA encuentra primeros indicios de dos generaciones de estrellas en galaxia lejana
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ALMA encuentra primeros indicios de dos generaciones de estrellas en galaxia lejana

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Imagínate que estás usando un telescopio para observar un pueblo en las faldas de una montaña distante. Como lo único que ves son niños, pareciera que el pueblo empezó a habitarse hace poco. Pero hay un misterio: ¡el cementerio del pueblo está lleno! Y entonces te preguntas: ¿será que hubo gente antes?

Gracias a ALMA, los astrónomos se depararon con un misterio similar en el Universo distante. En una galaxia muy lejana habían determinado, gracias a observaciones anteriores, que las estrellas tenían solo unos 4 millones de años de edad. Es decir, son estrellas muy jóvenes, comparables a la edad de un bebé humano. Al parecer, en esa galaxia las estrellas empezaron a formarse hace relativamente poco tiempo.

Pero hay un misterio: ALMA detectó enormes cantidades de polvo en la galaxia. Se trata del polvo dejado por estrellas que murieron. Son partículas de polvo que corresponden a los restos mortales de estrellas que ya cumplieron su ciclo de vida. En otras palabras, el cementerio de la galaxia está lleno.

Es difícil imaginar cómo las jóvenes estrellas de la galaxia pueden haber producido tanto polvo. Por eso, los astrónomos empezaron a preguntarse si, quizás, no hubo una generación anterior de estrellas que vivieron y se extinguieron allí mucho antes del nacimiento de las jóvenes estrellas que se ven hoy. 

Es un hallazgo sorprendente porque la galaxia está muy lejos, y su luz tardó 13.200 millones de años en alcanzarnos. Como el Universo tiene unos 13.800 millones de años de edad, nosotros vemos la galaxia tal como era cuando tenía solo 600 millones de años, es decir, 600 millones de años después del Big Bang

De haber habido una generación anterior de estrellas, tienen que haberse formado apenas unos 300 millones de años después del Big Bang y haber vivido unos escasos 100 millones de años.

En el futuro, los astrónomos esperan estudiar otras galaxias distantes para ver si también contienen grandes cantidades de polvo. El objetivo es poder revelar, algún día, el origen de las primeras estrellas en la historia del Universo.

¿Qué se observó?

La lejana galaxia observada por ALMA, conocida como MACS0416_Y1, se encuentra en la gran constelación de Erídano, el Río, tan lejos de nosotros que su luz tardó 13.200 millones de años en alcanzarnos. Esta galaxia ya había sido estudiada con el telescopio espacial Hubble, el telescopio espacial Spitzer y el Very Large Telescope de la Organización Europea para la Investigación Astronómica en el Hemisferio Austral (ESO) en Chile. Gracias a esas observaciones se había determinado que las estrellas eran bastante jóvenes, pues tenían solo unos 4 millones de años de edad. Sin embargo, ALMA descubrió grandes cantidades de polvo que probablemente había sido dejado allí por una generación anterior de estrellas.

¿Quiénes observaron?

Las observaciones de MACS0416_Y1 con ALMA fueron realizadas por un numeroso equipo internacional de astrónomos encabezado por Yoichi Tamura, de la Universidad de Nagoya, en Japón. Yoichi trabajó con colegas de Japón, Suecia, Dinamarca y el Reino Unido. El equipo detectó radiación submilimétrica emanada de átomos de oxígeno, un importante componente del polvo interestelar. A partir de las observaciones realizadas con ALMA, los astrónomos dedujeron que la galaxia contiene grandes cantidades de polvo. El equipo publicó sus hallazgos en la revista The Astrophysical Journal en marzo de 2019.


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